La experiencia en los deportes de montaña va acompañada de un conocimiento específico sobre la nieve. Es el elemento clave de muchas actividades deportivas propias de las estaciones de esquí. El vocabulario que normalmente se usa queda corto para describir las formas en las que nos podemos encontrar esta forma particular de agua congelada. A continuación te ayudamos a diferenciar los diferentes tipos de nieve.
Para los que disfrutan con las actividades fuera de las pistas es importante saber si hay nieve batida o no batida, para la elección de equipos y trayectos. En este caso cuando hablamos de nieve batida nos referimos a la nieve que de algún modo ha sido manipulada por máquinas o personas.
En las pistas de esquí la nieve suele estar batida y prensada, lo que facilita el tránsito sobre las pistas de forma más fluida y rápida. A los principiantes les ayuda en sus primeros pasos con los esquís o la tabla. Con el tiempo todos los practicantes de deportes de montaña aprenden a evaluar las distintas condiciones de la nieve. También la forma de actuar sobre ella de las condiciones meteorológicas y de exposición solar.
Con la nieve no batida también hay diferencias que vienen dadas por las circunstancias climáticas y el tiempo transcurrido desde su formación.
La nieve en polvo representa la forma más amable para el esquiador. Formada con cristales muy finos de acumulación casi siempre nocturna, y con temperaturas solo algunos grados bajo cero. El movimiento que permite para los esquís es rápido y armonioso.
La nieve húmeda puede evolucionar desde la nieve en polvo. Solo es necesario que una ligera helada compacte la parte más superficial. Disminuye con ello la proporción de aire mezclada con la nieve.
El efecto para la práctica del esquí es que dificulta la marcha al hundirse las tablas es necesario un impulso mayor para recuperar la superficie. Obliga por eso al esquiador a un cambio constante en movimientos para que no se detenga la marcha.
Cuando hablamos de nieve en costra quiere decir que se han dado unos días soleados y con buena temperatura. La nieve más superficial se derrite y al llegar la noche se vuelve a congelar dando lugar a una lámina firme.
Los efectos del viento y la elevación de las temperaturas sobre la nieve producen efectos que se hacen notar en el aspecto final de una ladera nevada. La nieve venteada y la nieve mojada son las consecuencias de estos fenómenos físicos sobre un elemento tan frágil.
En este tipo de entornos nada mejor que saber adaptarnos para mejorar nuestra experiencia, pero sin agobiarse, la práctica te dará la experiencia. Desde Casa Biescas, en pleno corazón de los Pirineos y muy cerca de unas fenomenales estaciones como pueden ser Formigal y Panticosa, estaremos encantados de ayudarte a preparar tu visita al Pirineo Aragonés.
Autor artículo: Casa Biescas.es
